Tal y como hemos ido explicando en artículos anteriores, cada proyecto de automatización de laboratorio requiere un enfoque específico en el que, en primer lugar y tras un análisis de las necesidades y flujos de trabajo, debe determinarse el valor añadido que la automatización aportará en ese caso en concreto. Dicha aportación debe integrar valor, no solamente automatizar.
Hoy hablaremos de las diferencias y sinergias en la automatización de laboratorios clínicos e industriales.
Durante ese primer período de análisis y una vez confirmada la aportación de valor de la automatización, se evalúan las alternativas tecnológicas a integrar en ese futuro instrumento teniendo en cuenta el contexto de uso del mismo (véase la importancia de la figura del ingeniero de sistemas en el artículo anterior). En este sentido, existen diferencias significativas en función del segmento al que va dirigido, aunque, del mismo modo, deben considerarse las sinergias tecnológicas entre el sector clínico e industrial.
¿Qué diferencias y sinergias en la automatización existen en función del tipo de laboratorio?
La automatización de laboratorios de microbiología clínica y laboratorios de control de calidad industrial, como el farmacéutico o el de alimentación, presentan ciertas diferencias importantes debido a las características y objetivos distintos de cada tipo de laboratorio, como, por ejemplo:
- Normativas y regulaciones: Los laboratorios de microbiología clínica están sujetos a regulaciones y estándares específicos, como los establecidos por organismos reguladores de salud, para garantizar la calidad y precisión de los resultados. Por otro lado, los laboratorios de control de calidad, la farmacéutica, por ejemplo, están sujetos a regulaciones aún más estrictas, como las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) y las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), que se aplican para garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los productos farmacéuticos.
- Objetivos y variabilidad de muestras: En un laboratorio de microbiología clínica, el objetivo principal es el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas en pacientes. Se analizan muestras clínicas (sangre, orina, heces y cultivos de tejidos…), para identificar microorganismos patógenos y determinar su sensibilidad a los antimicrobianos. En contraste, en un laboratorio de control de calidad industrial, el objetivo es garantizar la calidad y seguridad de los productos y otros productos relacionados. Se analizan muestras de productos terminados, materias primas y ambientes de fabricación para detectar la presencia de contaminantes microbianos y asegurar el cumplimiento de las normas y estándares establecidos.
- Volumen y variedad de muestras: Los laboratorios de microbiología clínica a menudo manejan una gran cantidad de muestras de diferentes tipos, ya que atienden a una amplia gama de pacientes (primaria, hospitalario…). Esto implica una alta carga de trabajo y la necesidad de procesar las muestras de manera rápida y eficiente. Por otro lado, los laboratorios de control de calidad industrial pueden manejar un volumen de muestras más bajo en comparación, pero pueden enfrentar una mayor variedad de matrices de muestras debido a la diversidad de productos farmacéuticos y sustancias que deben analizarse. Esta diferencia puede diferir significativamente en función del tipo de laboratorio clínico e industrial.
- Tiempos de respuesta: En los laboratorios de microbiología clínica, la rapidez en los resultados es crucial para el diagnóstico y el tratamiento oportuno de los pacientes (véase el caso de sepsis, por ejemplo). La automatización se enfoca, principalmente, en acelerar los procesos y reducir los tiempos de respuesta. En los laboratorios de control de calidad industrial, los tiempos de respuesta también son importantes (incrementándose esta importancia progresivamente), pero pueden ser más flexibles, ya que están más orientados hacia la verificación de la calidad y seguridad del producto antes de su distribución al mercado.
Aunque los laboratorios de microbiología clínica y los laboratorios de control de calidad industrial tienen diferencias en sus objetivos y enfoques, también existen sinergias en la automatización y áreas de superposición donde es posible beneficiar a ambos tipos de laboratorios, como, por ejemplo:
- Tecnología de análisis: Tanto los laboratorios clínicos como los laboratorios de control de calidad industrial comparten, progresivamente, tecnologías de análisis similares, como la PCR, ELISA, espectrofotometría, cromatografía, entre otras. La automatización de procesos comunes de análisis puede permitir el intercambio de métodos y técnicas entre ambos tipos de laboratorios, lo que puede llevar a una mayor eficiencia y estandarización en los resultados.
- Sistemas de gestión de datos: Ambos tipos de laboratorio generan grandes cantidades de datos. La implementación de sistemas de gestión de datos automatizados y centralizados puede facilitar el almacenamiento, la organización y el análisis de los datos generados en ambos tipos de laboratorios. Esto puede permitir una mejor trazabilidad de los resultados, la generación de informes más rápidos y la identificación de tendencias o problemas potenciales.
- Validación y control de calidad: Tanto los laboratorios clínicos como los laboratorios de control de calidad industrial están sujetos a regulaciones y normativas relacionadas con la validación de métodos y el control de calidad. La automatización puede ayudar en la implementación de procesos estandarizados y controlados, lo que facilita la validación de métodos y asegura la integridad de los datos generados. Los protocolos de control de calidad también pueden compartirse y adaptarse entre ambos tipos de laboratorios, aprovechando las mejores prácticas y la experiencia acumulada.
- Capacitación y recursos humanos: La automatización en ambos tipos de laboratorios puede requerir la capacitación de personal especializado en el uso y mantenimiento de los sistemas automatizados. Compartir conocimientos y experiencias en cuanto a la implementación y operación de equipos automatizados puede beneficiar a ambos tipos de laboratorios y ayudar a optimizar el uso de recursos humanos, ventaja altamente conocida por la automatización.
En conclusión, aunque los laboratorios de microbiología clínica y los laboratorios de control de calidad industrial tienen enfoques diferentes, las sinergias en la automatización puede aportar valor añadido en términos de tecnología de análisis, gestión de datos, validación y control de calidad, y recursos humanos. La colaboración y el intercambio de conocimientos y buenas praxis entre ambos tipos de laboratorios pueden conducir a mejoras en la eficiencia, precisión y calidad de los resultados. Contacta con nosotros para saber más >